Hubo una vez un tiempo que no pasaba
pero las noches que vivieron
a todos nos sepultaba.
Hubo un tiempo de ausencias
donde reinó la decadencia
hubo una vez un sueño
que nunca llegó a nada.
Viviendo sobre el vacío
sobreviviendo en la locura
lo que tras la muerte perdura
y el corazón helado o frío.
Hubo un tiempo de promesas,
sin hadas ni princesas,
hubo un tiempo que los relojes
no podían marcar...
un tiempo que volaba
y no podias parar.
Sonaba tu voz desgarrada
por fríos silencios,
ansiosas miradas
copas en la barra
y detrás tú y el espejo que te delataba.
Hubo unos ojos que no decían nada
Gatos sobre tu tejado,
telarañas en el alma,
tiempo en que todo lo dabas
a cambio de nada.